LA SANTÍSIMA VIRGEN, ADORANDO AL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
La Madre de Dios, nos enseña con su Amor
Adorar a su Hijo, nuestro Señor.
Todo lo meditaba y lo guardaba en su corazón.
Como prenda bendita, se extasiaba en contemplación.
Cuando en arrullos, meciendo la prenda divina.
Cuando en suspiros, bebiendo el cáliz de la pasión.
¿Cómo he de hacer María, para imitarte yo?
Hazme ferviente adoradora, Intercede Señora,
Madre de la prenda salvadora, ilumina la hora
Que en vela a tu hijo, mi alma quede sola.
Autora: Mercedes Ramos.
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