Divino redentor y salvador nuestro, Jesucristo:
Postrados ante Tu presencia soberana
en el Santísimo Sacramento del Altar, queremos desagraviarte, implorando tu
perdón, por todos los que te niegan y te blasfeman, por la ingratitud de que
eres objeto y por todos los desprecios e injurias que recibes, junto a Tu
Santísima Madre. Imploramos la Luz
de Tu Santo Espíritu para que todos en Tu Iglesia podamos darnos cuenta de
estos errores y herejías, y pedimos la fortaleza para poder combatirlos con
firmeza y valor. Imploramos así mismo, Tú Misericordia infinita para todos los
que rechazan el tesoro incalculable de Tus Gracias, al dejarse arrastrar por
esta incontenible ola
de errores que avanza
inexorablemente sobre la humanidad en esta hora difícil de su historia.
Por el intento de querer sustituirte
a Ti, nuestro Dios Único y Verdadero, Dios Personal, Dios Amor, por una
energía, principio o fuerza impersonal...
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